Hay siempre una línea insondable entre ganar y perder pero es desconocido saber, cual es la motivación, que conduce a entender pero no alcanzar las palabras para descifrarlo, simplemente el saber que el sacrificio lograra, la felicidad de otros, aunque la infelicidad y la desdicha sean la única recompensa de alguien más.
Pensaba ella, destrozada, con sus rodillas apoyadas en las heladas, frías, y duras rocas cercanas a la rivera del río de plata, sus lágrimas caían sobre el agua agitándola un poco mientras que otros como pequeños diamantes humedecían sus pálidas mejillas,
-Sólo deseo que seas feliz- susurro para sí misma y con su mirada perdida en algún lugar desconocido una voz perturbó sus pensamientos – Eres muy valiente- dijo una mujer y se dio cuenta que no estaba físicamente sola; aunque su alma se sentía abandonada – haz actuado con una gran sabiduría- continuo aquella que dé pie junto a ella trataba de reconfortarla, de hacer su dolor menos intenso y no profundo. –Lo sé- dijo en apenas en un murmullo perceptible. -Lo amabas, y lo entiendo, se también que te sientes morir pero algún día, sólo quedara el recuerdo de aquello que pudo ser y no fue, un recuerdo condenado al olvido y a perderse en las sombras del tiempo y tu continuaras y entonces aquello que creías bello y hermoso profetizado desde antes que nacieras, únicamente será una memoria de un momento efímero y fugaz- afirmo la elfo con suave tono pero cada palabra tenía el toque de dureza y frialdad.
-Comprendo pero no entiendo- refuto la joven y continúo- pero aquel recuerdo aun en mi mente, vive fuerte y claro como aquel primer día en que sucedió.
Su mente rodeaba aquel momento tan dulcemente amargo, ese día en que el universo entero observaba aquel suceso. Aquella tarde que entre los árboles y a la sobra de estos entre juegos, había nacido un dulce y doloroso sentimiento.
Esa tarde en que apenas desembarcando, una mirada y una sonrisa cambiaron el curso de la historia y el destino. Donde pudo más la mentira que la verdad. Donde un hechizo cambio aquello que debía ser y no fue.
Su memoria se trasladó a aquellos instantes como si todo volviera a empezar como regresar en el tiempo, y el cosmos.
Y viajando cien años atrás miro aquel día:
-Debes irte al bosque de Maghlev - murmuro su madre, no temas tu tía te esperara en los puertos de las tierras de Maghlev- continuo su madre- Eleen tomo su capa elfica y se marchó; pues la guerra por el territorio Cinnia había iniciado. Los barcos se preparaban a zarpar a tierra inperecederas, donde el odio no podía llegar, y una paz superior reinaba.

Eleen bella elfo de los bosque del sur,
camina con cuidado pues aunque creas estar segura,
puede ser que tu fin llegue cuando menos,
lo esperas mantén los ojos abiertos,
tu enemigo puede estar más cerca
de lo que tú te imaginas.
Eleen sintió crecer en su corazón una duda y un terror que no podía describir.
Un terror sin nombre que lo podía sentir en cada paso, en cada suspiro, en cada mirada, y al pisar los prados de aquel bosque la incertidumbre crecía, como aguardándole una maldición.
Aun inmersa en sus pensamientos no se dio cuenta que había llegado al lugar donde aguardaban su presencia, una hermosa casa tallada en un viejo y fuerte árbol, su tía cuidaría de ella mientras la tormenta pasaba en los bosques de Cinnia
Una tarde mientras su mirada perdida se filtraba por la ventana observo, a bellos elfos jugando con sus carcajes y arcos, pero a lo lejos observo que entre los arboles algo se movía parecía un elfo acaso, una bella melodía inundo el lugar.

Es Kaneth gritaban los pequeños elfos y todos corrieron hacia el lugar de donde provenía la música.
Eleen vio al joven elfo saltar de los arboles y alegrar a los pequeños con su flautín. Ella lo observo con curiosidad y el también y en el rostro de los dos se dibujo una tímida sonrisa poco a poco era extrañamente hermoso lo que ocurría pero todo llevaría a beber un trago muy amargo.
Una tarde Eleen caminaba por el espeso bosque con la recomendación de que no se alejara mucho pues el peligro asechaba fuera de aquellas tierras.

Mientras caminaba escucho que alguien mas se acercaba; parecía mentira era aquel joven elfo del flautín que risueño la observaba pero dicha sonrisa se borro inmediatamente y una mirada expectante la observaba.
Eleen vio esos hermosos ojos azules todo él era una poesía.
Eleen intento correr pero el joven la detuvo
-no te vayas, no te hare daño- dijo con dulce voz y continuo –me llamo Kaneth y tu ¿Cómo te llamas?
-soy Eleen- susurro.
-Nunca antes te había visto- agrego Kaneth
-no soy de aquí- murmuro la chica mi familia vive en Cinnia-
Cinnia?- pregunto el elfo- hay guerra allí
Si y es muy difícil que regrese ahora –contesto-
Te iras de aquí entonces cuando tu país este en paz? interrogo nuevamente Kaneth
Si mi familia me necesita- agrego
-Y quieres un amigo mientras estas aquí? Interrogo nuevamente el joven
Haces muchas preguntas Kaneth – dijo muy divertida Eleen
Es que no todos los días vez bellas elfos por aquí- respondió Kaneth

Una pequeña sonrió afloro en los labios de Eleen, y no sabia porque pero se sentía feliz, era un sentimiento nuevo nunca antes experimentado o vivido, era un sentimiento hermoso, dulce pero algo sin explicación le impedía acercarse a él.
Durante largos años fueron amigos y cultivaron una bella amistad, pero una tarde mientras jugaban con las hojas de los arboles todo lo que fue dejaría de ser y una brecha empezaría a crecer entre los dos. Ya exhaustos de tanto reír, correr y saltar se sentaron a la sombra de un viejo árbol, Kaneth se acercó a Eleen
-¿me quieres Eleen? Aquella pregunta la tomo por sorpresa no sabia que decir aun así respondió con un si, Kaneth sonrió y se acercó a ella y un pequeño beso los unió, pero alguien no estaba muy contento con aquello que estos dos jóvenes elfos sentían.
Una bruja elfo seguía sus pasos como fiera en busca de un trozo de carne.
Ella no podia permirtir que nadie se acercara a Kaneth el era y habia sido por cientos de años un don de la naturaleza y el debía ser suyo a como de lugar había intentado por mil motivos separa a Eleen y Kaneth pero nada funcionaba hasta que un día. su poder y odio contra Eleen dieron resultado una tarde kaneth estaba con Eleen él tocaba el flautín melodías que alegraban el corazón de la joven.
De pronto todo oscureció; Kaneth observo a una pequeña hada rondando el lugar y se dejo llevar por su hermoso brillo.
Kaneth!- era un grito de Eleen
la malvada bruja Aretaunin la tenia en su poder pero kaneth podía escucharla mas no verla -donde estas Eleen? pregunto y voz en grito- no puedo verte- continuo y lejanamente escucho aquí- su voz se desvanecía como las suaves brisas.
una macabra risa resonó en el lugar -estas segura?- pregunto y continuo- tu no puedes hacer nada en contra mía.
La joven elfo escucho la débil voz de Kaneth- Ayúdame-un dolor y un sufrimiento intenso adornaban la palabra.
no le hagas daño haré lo que tu quieras y todo después fue como un terrible sueño una luz brillante y hermosa salio del pecho de Kaneth, Eleen corrió hacia él -estas bien?- pregunto pero Kaneth no la reconoció mas, Kaneth ya no sentía nada por ella era como si todo los bellos momentos vividos se hubiesen olvidado y una barrera invisible hubiese crecido entre ellos dos y la luz que de kaneth había salido subió al hermoso cielo para ser allí una estrella mas.
debes irte- sugirió la bruja elfo- y Eleen salio rápidamente del lugar llegando así hasta las orillas del río de Plata, su corazón no entendía porque, pero aun así a pesar de todo sabia que los hechizos, y el mal tienen su fin y que tenia aun mil años mas para descubrir la formula que hiciese que Kaneth regresara a ella.....
el fin pueden dárselo cada uno
hecho por:
Juli Carolina Chavez Muñoz
3 comentarios:
Absolutamente fantástico, la historia tiene de todo y las imagenes son bellas, te felicito!!!!!!
definitivamente hermoso, es un cuento que peermite q la imaginación alcance niveles inmensamente grandes para volar...buena trama y excelentes imagenes!!!
esta Hermoso Nena!!! Deverdad Que Tienes Talento!!! Espero El Mio,.,.
Publicar un comentario